A veces siento que mi alma vuela sobre el Atlántico, mi mente se escapa de la tierra y no existe el espacio ni el tiempo, sino la unión continua y perfecta con ella, la que fue elegida desde el principio de los tiempos, la palabra precisa, la sonrisa perfecta, la mirada que te retiene en la pregunta eterna, el vacío, la nada y el todo a la vez.
No nos conocimos nunca, porque nos conocemos de siempre, desde la primera vibración de la materia en el pasado eterno. No existe una razón para que estemos juntos más que saber que hacemos parte de esa misma onda que se dividió hace tanto tiempo.
Y entonces no hay necesidad de buscar lo que siempre se tuvo, no existen las preguntas, solo la certeza, la certeza de que un alma tiene muchos cuerpos, que cambiamos e intercambiamos, prestamos, cedemos, vendemos, mueren, nacen, habitan esta y otras tierras. El mar del silencio nos lleva de un lado a otro y si por un momento olvidamos lo aprendido, si dejamos simplemente que el universo sea uno con nosotros nos encontramos ahí, en el fondo, mirando el sol a través de esa delgada capa que separa los dos fluidos que le han dado la vida a este cuerpo, transporte temporal de dos pasajeros simultaneos, compartido a medias con otras almas mientras perseguían su reflejo a través de la multitud. Las palabras que fluyen desde los labios y los dedos son una parte de esa alma que busca la noche, que se sabe habitante transitoria de todo, que solo encuentra consuelo en los brazos de su onda complementaria, de la resonancia, de la sincronía, de las partículas separadas que descubren que han seguido ligadas a pesar de ocupar lugares distintos en las dimensiones que aceptamos, pero concurrentes a través de la realidad inmutable. El tiempo no existe, solo existe el todo, y somos parte de él. Ella y yo somos uno, mirando el mundo desde la azotea de un rascacielos, escuchando el amanecer en la playa, sumergidos en el mar, de cara al sol.
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sábado, 25 de febrero de 2012
domingo, 12 de febrero de 2012
LA SABIDURÍA DE LA ABUELA (II)
Bueno, retomando el tema de las famosas frases de las abuelas, aquí dejo unas cuantas más que me hicieron bastante gracia
Más frío que la barriga del sapo. (fríooooo)
Le da lo mismo 8 que 80 (es que no sabe diferenciar?)
Pide pan y pedazo de arepa debajo del brazo (pide mucho)
Pide veinte y con ñapa (pide mucho)
Se volvió una miscuisca (se volvió una mierda)
Confunde la mierda con la pomada (es que no sabe diferenciar?)
Pingo Pingo está montado, Mango Mango está mirando, si se cae Pingo Pingo se lo come Mango Mango (adivinanza)
Juega más que gato chiquito (usualmente para los futbolistas)
Nos jodimos dijo la lora (pues eso: que nos jodimos)
Ni tanto que queme el santo ni poco que no lo alumbre (es mejor todo en buena medida)
Ojalá caiga un aguacero de mierda que a los chiquitos los tape y los grandes comamos mierda (está jodida la cosa... no?)
domingo, 1 de enero de 2012
Gente Densa

Post publicado originalmente en 1/08/2007 11:17 AM, pero no ha perdido nada de vigencia, y de hecho, a ganado ciertos visos de silente plegaria concedida...
---
Acabo de darme cuenta que no me gusta la gente densa. Quienes por haber leido mucho, o escuchado mucho, o visto mucho piensan que no hay nada interesante para encontrar en las cosas simples (y a veces tan divertidas como estúpidas) de la vida.
Probablemente me molestan porque yo pude haber sido así, pero no caí en la trampa de considerarme demasiado exclusivo para abrirme a las experiencias de quienes están a mi alrededor.
Aquél o aquella que no puede hablar en palabras simples, palabras de niño de 6 años, es porque simplemente necesita cubrir con jeroglíficos un interior escrito con crayolas y carente de significado (aunque claro, eso no quita que uno pueda darle un ambiente culto a las conversaciones con una que otra palabra que no se encuentra en el diccionario "Nacho aprende Español").
Ah, por cierto, eso no quiere decir que me disguste la gente inteligente. Pero de verdad inteligente. Quienes son capaces de entender un cuento de Cortázar mientras almuerzan pero a la ves disfrutan de una noche de juerga a ritmo de reggaeton, vallenato y salsa. Diría que, de hecho, esas serían dos condiciones importantes en la mujer de mis sueños.
Igual, si toca escoger, me quedo con la gente divertida.
Como diría Libertad: "Sé simple a ver, dale"
2011-12-15
viernes, 30 de diciembre de 2011
THE CASK OF AMONTILLADO (Edgar Allan Poe)
Este es uno de mis cuentos favoritos... así que vale la pena citarlo parcialmente aquí... acerca de mottos que tienen buen "golpe": Nemo me impune lacessit :) creeeepy....
(...)
"Drink," I said, presenting him the wine.
He raised it to his lips with a leer. He paused and nodded to me familiarly, while his bells jingled.
"I drink," he said, "to the buried that repose around us."
"And I to your long life."
He again took my arm and we proceeded.
"These vaults," he said, are extensive."
"The Montresors," I replied, "were a great numerous family."
"I forget your arms."
"A huge human foot d'or, in a field azure; the foot crushes a serpent rampant whose fangs are imbedded in the heel."
"And the motto?"
"Nemo me impune lacessit."
"Good!" he said.
The wine sparkled in his eyes and the bells jingled. My own fancy grew warm with the Medoc. We had passed through walls of piled bones, with casks and puncheons intermingling, into the inmost recesses of the catacombs. I paused again, and this time I made bold to seize Fortunato by an arm above the elbow.
"The nitre!" I said: see it increases. It hangs like moss upon the vaults. We are below the river's bed. The drops of moisture trickle among the bones. Come, we will go back ere it is too late. Your cough" --
"It is nothing" he said; "let us go on. But first, another draught of the Medoc."
I broke and reached him a flagon of De Grave. He emptied it at a breath. His eyes flashed with a fierce light. He laughed and threw the bottle upwards with a gesticulation I did not understand.
I looked at him in surprise. He repeated the movement -- a grotesque one.
"You do not comprehend?" he said.
"Not I," I replied.
"Then you are not of the brotherhood."
"How?"
"You are not of the masons."
"Yes, yes," I said "yes! yes."
"You? Impossible! A mason?"
"A mason," I replied.
"A sign," he said.
"It is this," I answered, producing a trowel from beneath the folds of my roquelaire.
"You jest," he exclaimed, recoiling a few paces. "But let us proceed to the Amontillado."
"Be it so," I said, replacing the tool beneath the cloak, and again offering him my arm. He leaned upon it heavily. We continued our route in search of the Amontillado. We passed through a range of low arches, descended, passed on, and descending again, arrived at a deep crypt, in which the foulness of the air caused our flambeaux rather to glow than flame.
At the most remote end of the crypt there appeared another less spacious. Its walls had been lined with human remains piled to the vault overhead , in the fashion of the great catacombs of Paris. Three sides of this interior crypt were still ornamented in this manner. From the fourth the bones had been thrown down, and lay promiscuously upon the earth, forming at one point a mound of some size. Within the wall thus exposed by the displacing of the bones, we perceived a still interior recess, in depth about four feet, in width three, in height six or seven. It seemed to have been constructed for no especial use in itself, but formed merely the interval between two of the colossal supports of the roof of the catacombs, and was backed by one of their circumscribing walls of solid granite.
It was in vain that Fortunato, uplifting his dull torch, endeavoured to pry into the depths of the recess. Its termination the feeble light did not enable us to see.
"Proceed," I said; "herein is the Amontillado. As for Luchesi" --
"He is an ignoramus," interrupted my friend, as he stepped unsteadily forward, while I followed immediately at his heels. In an instant he had reached the extremity of the niche, and finding his progress arrested by the rock, stood stupidly bewildered . A moment more and I had fettered him to the granite. In its surface were two iron staples, distant from each other about two feet, horizontally. From one of these depended a short chain. from the other a padlock. Throwing the links about his waist, it was but the work of a few seconds to secure it. He was too much astounded to resist . Withdrawing the key I stepped back from the recess.
"Pass your hand," I said, "over the wall; you cannot help feeling the nitre. Indeed it is VERY damp. Once more let me IMPLORE you to return. No? Then I must positively leave you. But I must first render you all the little attentions in my power."
"The Amontillado!" ejaculated my friend, not yet recovered from his astonishment.
"True," I replied; "the Amontillado."
As I said these words I busied myself among the pile of bones of which I have before spoken. Throwing them aside, I soon uncovered a quantity of building stone and mortar. With these materials and with the aid of my trowel, I began vigorously to wall up the entrance of the niche.
I had scarcely laid the first tier of my masonry when I discovered that the intoxication of Fortunato had in a great measure worn off. The earliest indication I had of this was a low moaning cry from the depth of the recess. It was NOT the cry of a drunken man. There was then a long and obstinate silence. I laid the second tier, and the third, and the fourth; and then I heard the furious vibrations of the chain. The noise lasted for several minutes, during which, that I might hearken to it with the more satisfaction, I ceased my labours and sat down upon the bones. When at last the clanking subsided , I resumed the trowel, and finished without interruption the fifth, the sixth, and the seventh tier. The wall was now nearly upon a level with my breast. I again paused, and holding the flambeaux over the mason-work, threw a few feeble rays upon the figure within.
A succession of loud and shrill screams, bursting suddenly from the throat of the chained form, seemed to thrust me violently back. For a brief moment I hesitated -- I trembled. Unsheathing my rapier, I began to grope with it about the recess; but the thought of an instant reassured me. I placed my hand upon the solid fabric of the catacombs , and felt satisfied. I reapproached the wall. I replied to the yells of him who clamoured. I reechoed -- I aided -- I surpassed them in volume and in strength. I did this, and the clamourer grew still.
It was now midnight, and my task was drawing to a close. I had completed the eighth, the ninth, and the tenth tier. I had finished a portion of the last and the eleventh; there remained but a single stone to be fitted and plastered in. I struggled with its weight; I placed it partially in its destined position. But now there came from out the niche a low laugh that erected the hairs upon my head. It was succeeded by a sad voice, which I had difficulty in recognising as that of the noble Fortunato. The voice said --
"Ha! ha! ha! -- he! he! -- a very good joke indeed -- an excellent jest. We will have many a rich laugh about it at the palazzo -- he! he! he! -- over our wine -- he! he! he!"
"The Amontillado!" I said.
"He! he! he! -- he! he! he! -- yes, the Amontillado . But is it not getting late? Will not they be awaiting us at the palazzo, the Lady Fortunato and the rest? Let us be gone."
"Yes," I said "let us be gone."
"FOR THE LOVE OF GOD, MONTRESOR!"
"Yes," I said, "for the love of God!"
But to these words I hearkened in vain for a reply. I grew impatient. I called aloud --
"Fortunato!"
No answer. I called again --
"Fortunato!"
No answer still. I thrust a torch through the remaining aperture and let it fall within. There came forth in return only a jingling of the bells. My heart grew sick -- on account of the dampness of the catacombs. I hastened to make an end of my labour. I forced the last stone into its position; I plastered it up. Against the new masonry I reerected the old rampart of bones. For the half of a century no mortal has disturbed them.
In pace requiescat!
2011-12-15
sábado, 24 de diciembre de 2011
El Dilema de San Agustin

No recuerdo de donde saqué este texto originalmente... me imagino que está en muchas partes, lo postié por primera vez en el Hi5 por allá en 31/07/2007 07:47 PM. Era un personaje interesante, el viejo San Agustín, así que para redondear la publicación navideña, pongo al final unas cuantas frases, al parecer, de su propia cosecha.
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Cuenta la historia que mientras Agustín paseaba un día por la playa, pensando en el misterio de la Trinidad, se encontró a un niño que había hecho un hoyo en la arena y con una concha llenaba el agujero con agua de mar. El niño corría hasta la orilla, llenaba la concha con agua de mar y depositaba el agua en el hoyo que había hecho en la arena. Viendo esto, San Agustín se detuvo y preguntó al niño por qué lo hacía, a lo que el pequeño le dijo que intentaba vaciar toda el agua del mar en el agujero en la arena. Al escucharlo, San Agustín le dijo al niño que eso era imposible, a lo que el niño respondió que si aquello era imposible hacer, más imposible aún era el tratar de decifrar el misterio de la Santísima Trinidad.
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Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor, si perdonas, perdonarás con amor.
Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar lo que manda, te invita a hacer lo que puedas y pedir lo que no puedas y te ayuda para que puedas.
La medida del amor es amar sin medida.
Reza como si todo dependiera de Dios. Trabaja como si todo dependiera de ti.
Da lo que tienes para que merezcas recibir lo que te falta.
Casarse está bien. No casarse está mejor.
Señor, dame castidad... pero no todavía.
2011-12-15
miércoles, 21 de diciembre de 2011
De Pastores y Ovejas

Publicado originalmente en: 12/08/2007 07:16 PM
Estaba leyendo un comentario que hizo un man acerca de que el holocausto nunca existió y que todo era una elaborada trama de los Estados Unidos y los Aliados para quedarse con las tierras cercanas a Irán, a través de los israelíes, y en medio de todo surgió el argumento típico de una hipótesis de tal magnitud... ¿como iba un pueblo tan desarrollado y educado a escoger como lider a semejante loco de Hitler?.
Bueno, en principio Alemania se sentía humillado después de la primera guerra mundial, y rondaba un deseo de revancha en las mentes de sus habitantes, pero más allá de eso hay otra explicación bastante sencilla:
Las masas son estúpidas.
Los seres humanos podemos ser clasificados de muchas formas pero en lo que se refiere al manejo del poder, hay una que me gusta particularmente:
Somos pastores, ovejas o lobos.
LAS OVEJAS: El 90% de la población mundial, cuentan con la inteligencia suficiente para suplir sus necesidades básicas y forjarse un lugar en el mundo. Sin embargo nunca serán gestores de los grandes cambios. No tienen ideales definidos, simplemente siguen a quien los convenza de que tiene la razón. Las ovejas nunca tratan de hacerse oir por encima de los demás, solamente siguen humildemente el camino que les marcan.
LOS PASTORES: Los hay buenos y malos. No necesariamente se caracterizan por su sabiduría, inteligencia o cultura. La única característica común que tienen es el poder de convicción. Creen firmemente en una idea y son capaces de hacer que todos crean con ellos. Son una minoría, pero han existido durante toda la historia de la humanidad. Hitler, Alejandro Magno y Atila son algunos ejemplos. También podríamos nombrar a Ghandi, Mahoma o Jesús (aunque Jesús lo pongo aparte porque soy católico y para mi es el hijo de Dios y punto).
LOS LOBOS: No siguen al rebaño, simplemente merodean alrededor de él esperando encontrar su alimento. Solo piensan en sí mismos, y su propósito no tiene nada de constructivo para el mundo. No me agradan en absoluto, aunque se les reconoce al menos el no dejarse dominar por nadie.
¿Qué sos?
2011-12-15
jueves, 15 de diciembre de 2011
El miedo y el fin de año

Este es un extracto de algo que publiqué en el diario de Hi5, por allá en diciembre del 2007 (11/12/2007 08:07 PM, para más precisión). En esa época todavía Facebook era un extranjero recién llegado y sin poder de convocatoria, y mis primeras experiencias con las redes sociales se llevaban a cabo a través del ciertamente poco efectivo Hi5 (al cual, por cierto, abandoné vilmente, ya que se convirtió en algo demasiado boleta y cayó en desuso, como cualquier moda). El mensaje en cuestión es atemporal, así que merece ser publicado pues se mantiene vigente en su esencia (y tal vez, sólo tal vez, en su forma). Sin más preámbulos:
(...)Empecé a escribir esta vaina sin tener tema definido y simplemente porque me encontré en uno de esos momentos en que uno se siente que puede relajarse y hacer lo primero que se le venga a la mente. En mi caso hubieran podido ser muchas cosas, pero hoy fue (y últimamente ha sido) escribir.
Este año se va acabando y ha dejado muchas enseñanzas, pero sería algo nostálgico y melancólico de mi parte ponerme con añoranzas y moralejas. Hay, no obstante, una cosa que si quisiera dejar en claro: He aprendido que las personas son mejores de lo que parecen.
Si señor, tengo un comentario positivo acerca de la humanidad. En realidad hay mucha gente buena, y mucha gente con el potencial para hacer grandes cosas. Lo que frena el progreso no es la falta de materia prima, no no no, es simplemente el miedo. Día tras día enfrentamos retos pequeños o grandes, y muchas veces nos dejamos amilanar porque creemos que no podemos lograrlo, cuando la verdad es que no solo podemos, sino que queremos y debemos (debemos, no bebemos, aunque en el intermedio una cervecita no está de más).
Ahora, aunque muchas veces pensemos que en realidad es simplemente pereza o practicidad, la verdad creo que siempre lo que nos frena a embarcarnos en tareas titánicas es el miedo antes mencionado. Miedo al ridículo, al fracaso, y al que cuernos hago si las cosas no funcionan como quería. Todo esto es válido, obviamente, porque no somos de palo, y la valentía tiene muchas expresiones pero es realmente difícil encontrar un (lo que llaman) Juan Sin Miedo.
El caso es que en este final de año, ad portas de llegar a un año más de esos que decimos "aqui fue", creo que sería bacano que aquellos que pasen por este sitio (que me imagino que no serán muchos, pero algo es algo pior es nada) se lleven un mensaje de mi parte (aclaro, no soy consejero espiritual, ni Mercado, ni Coelho, ni Osho ni ninguna de esas boletas).
El cuento es muy sencillo: cada uno buscará sus miedos, los enfrentará, poco a poco o de un solo totazo, pero el caso es declarar la guerra sin cuartel contra todo aquello que impide que cambiemos el mundo, que seamos los superhéroes que queríamos ser cuando niños. Como diría el sabio Oliver: "El partido no se acaba hasta que se acaba" y durante esos 90 minutos (que en realidad eran unas 2 semanas en capítulos de media hora) si que luchaba ese hijuemadre para llevarse la copa no solo del torneo local, sino del mundo.
Si es ya es ya, y patrás ni pa tomar impulso.
P/D: En una nota un poco más formal, tengan ustedes una Feliz Navidad, Próspero Año Nuevo, mucha natilla con buñuelos, y a gozarse la feria hijuemadre que la vida es corta!!!
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